Cómo Emprender en tiempos de cuarentena.
- TuAdministraciónEnLinea
- 20 may 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 21 may 2020

En pleno S.XX, dentro del año 2020, en medio de una cuarentena que parece no tener fin, está de moda reaccionar ante a una situación que ha conmocionado al mundo, quebrantado sistemas perfectos, vulnerado negocios infalibles, roto esquemas personales estables, pero… ¿reaccionar? la pregunta correcta es ¿nos preparamos realmente para enfrentar en cualquier momento situaciones fuera de nuestro control?
Emprender no debe ser el resultado de una acción emergente ante una situación crítica, sino una estrategia personal que debes desarrollar prestando atención a algunos preliminares:
Existen tres situaciones básicas en las que ocupamos nuestro tiempo y gastamos energías
A. Sin hacer referencia a alguna creencia religiosa, la primer situación enmarca los asuntos de Dios, se refiere a todas aquellas situaciones que no están bajo nuestro control y nos restan atención y energía impidiéndonos reaccionar, como la lluvia, un accidente, una enfermedad, un temblor, el correr del tiempo, entre otras situaciones que pueden alterar nuestros planes y que no somos, ni seremos capaces de mover o controlar, pero sí de prepararnos y tener un plan b.
B. En la segunda situación están los asuntos de Otros: gran parte de nuestro tiempo y energía los aplicamos a estar en el problema de los demás, en tratar de resolver situaciones que no nos pertenecen, en buscar soluciones sobre temas que benefician a otros como la salud del hermano, el negocio de papa, la actitud del sobrino, la inundación del vecino, los resultados de la empresa, el comunicado de Recursos Humanos, etc.
C. En la tercera situación están mis asuntos: que son cosas de las que sí debería ocuparme como mi salud física-mental-orgánica, mis emociones, mis necesidades básicas, mis conocimientos, mis logros, mis ideas, y todo aquello en lo que realmente tengo el poder de transformar, mejorar, acrecentar, etc
Para emprender, el tiempo y energía son dos factores importantísimos ya que apoyarán tu desempeño. Debes a toda costa dejar de distraerte en los asuntos de DIOS y de ocuparte de los asuntos de los demás, cuando te descubras en asuntos que no son tuyos pregúntate ¿QUIÉN se ocupa de mis asuntos?, ¿QUIÉN está en mí? te darás cuenta cómo al igual que la mayoría las personas tienes la pirámide invertida y no estás en ti, por tanto, no estás viviendo tu presente y mucho menos preparándote para tu futuro o para enfrentar una contingencia en el momento en que surja. Observa la distribución de tu tiempo y tu energía en ésta pirámide:

Para emprender, debes colocar en el orden correcto de las cosas la forma en que gastas tu tiempo y tu energía, un emprendedor invierte recursos no los gasta. Deja que los demás resuelvan sus propios asuntos y espera a que los asuntos de DIOS tomen su curso, entonces ocúpate de tí mismo y de cómo harás frente a tus necesidades.
Como emprender implica poner en orden tus asuntos:
Conoce tus habilidades. Quizá no hemos tenido tiempo de reflexionar en nuestras verdaderas habilidades o capacidades, el ser humano en la mayoría de las veces actúa por naturaleza, quienes han tenido ideas millonarias o emprendido grandes negocios en realidad han sabido identificar sus fortalezas y talentos y se han montado de forma creativa sobre ellos. Haz una lista de aquellas habilidades desarrolladas, las que mejor te quedan, lo que siempre has sabido hacer bien, por lo que has ganado un premio o te han felicitado, no tener experiencia laboral no es un pretexto, identifica en dónde has centrado tus éxitos, lo que mejor te sale, lo que mejor sabes hacer o haz hecho durante tu carrera, durante tu vida, tal vez tus capacidades estén disfrazadas de talento, gustos, placeres, hobbies, etc., explora y te darás cuenta que en resumen todas esas situaciones se centran y agrupan en una actividad común, ventas, construcción, diseño, administración, cocina, enfermería, invención, música, decoración… y quizá descubras que distan de aquello que estudiaste o que no va con la actividad que desarrollas para ganar tu sustento, o que estás empleado en un puesto distinto a lo que realmente te sale bien, o que estás estudiando algo que en no está en tu naturaleza, o que tienes un negocio en donde no eres el verdadero protagonista de la tarea, si es así, no te preocupes, no todo está perdido.
Conoce tus incompetencias. A nadie nos gusta que nos critiquen o que corrijan nuestros errores, que nos señalen, que desconfíen de lo que hacemos, recuerda, no alcanzar las expectativas de los otros sobre ti es asunto de ellos, lo que nos ocupa es lo que pienses de ti mismo, ocuparte de mis asuntos implica sincerarse y autoevaluarse, conocer qué debo mejorar, qué dejo de hacer, qué postergo, a qué le temo, qué prefiero delegar, a qué le doy la vuelta, qué pretexto; todo lo que descubras está dentro de las tareas, actividades, o cosas contrarias a tu naturaleza, no es malo tener incompetencias, lo que es malo es no estar consciente de ellas. Cuando emprendes esas son las tareas que debes delegar o asignar a alguien más para que las desarrolle, lo que tu careces lo debe tener tu socio, tu empleado, tu compañero de aventura, tu equipo de trabajo, otro freelance de tu networking, si eres empresario o empleado o jefe, no temas si lo que el otro hace es o parece ser más importante que lo que haces tú, lo importante es cómo lograr que esos talentos se sumen para conseguir tus objetivos. Recuerda, no hay peor enemigo que uno mismo, por tanto, el mejor juez también es uno mismo.
“Empresarísate”, aunque éste término no existe y no está reconocido por la Real Academia de la Lengua lo usaremos para este fin y te explicaré por qué: Empresa significa acción o tarea que entraña un esfuerzo y trabajo. Emprender significa empezar a hacer una cosa o tarea que implica un esfuerzo o trabajo. Emprendedor se refiere a la persona que tiene las decisiones e iniciativas para realizar acciones difíciles o que entrañan un riesgo.
Como verás, para ser emprendedor hay que emprender y para emprender hay que hacer empresa,
Así que vamos a “empresarisarnos” siguiendo los 7 pasos que te ayudan a emprender en tiempos de cuarentena.
Identifica tu mercado y la competencia. Busca quiénes se benefician de la habilidad o capacidad que puedes ofrecer, en dónde están, revisa si hay otros ofreciendo los mismos servicios o productos que tú, no te asustes por la competencia, prepárate para tener un diferenciador que haga que los clientes te busquen a ti.
Desarrolla tu plan de negocios, no es nada complicado, olvídate de las grandes estructuras de planes de negocios, solo debes poner en papel los puntos más importantes para tu emprendimiento. El nombre de tu actividad o negocio, quienes te acompañan, cómo lo vas a llevar a cabo, qué herramientas necesitas, cuánto debes invertir, en qué debes invertir, etc.
Bautiza tu negocio. Dale nombre a tu actividad o negocio, si venderás tu talento usa la palabra que más lo describa como diseñador gráfico, peletero, decorador de uñas, etc., palabras que en sí mismas dan un indicativo del servicio que ofreces.
Rentabiliza tu idea. Tienes que saber que lo que has ideado debe generar ingresos de forma inmediata, si bien hay negocios que tienen una curva de crecimiento muy larga y hay que darles tiempo, no debes pasar por alto que los gastos fijos corren desde el día uno en que has emprendido tu negocio. Considera un capital de trabajo mínimo para emprender aún seas free lance. Por tanto, rentabilizar tu idea implica asegurar que lo que el producto o servicio que ofreces tiene un mercado que lo necesita y que tienes un diferenciador respecto a quienes te compiten
Genera un plan de acción. Ten claro cómo, cuándo, dónde comenzarás, prepárate para iniciar.
Mide resultados. Mantente alerta de cómo se va desarrollando tu trabajo, cómo lo recibe el cliente, cuál es su experiencia, qué falta, qué sobra, a esto se le llama Indicadores de Negocio, y debes elegir aquellos que consideres importantes para medir que las cosas vayan mejor cada día; por ejemplo, si tu negocio vende gelatinas, te interesará saber el número de gelatinas que vendes al día, los sabores más pedidos, los materiales que se agotan pronto y sus tiempos de resurtido, etc.
Reinvéntate siempre. Todos los indicadores que midas te ayudarán a tomar decisiones oportunas para crecer tus servicios, crear más productos, cambiar o transformar tus servicios, etc.
Listo, ahora comienza a preparar tu plan para arrancar tan pronto como todo vuelva a la normalidad y saca a ese empresario que llevas dentro.
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